domingo, 18 de mayo de 2014

Demasiado gordas para Punta del Este

La delgadez se transformó en símbolo de estatus. Asistimos a una época de pobres gordos y ricos flacos.
Y la verdad es que mientras transito las realidades de diferentes clases sociales mi cuerpo cambia de sentido de un momento a otro.
Cuando estoy con mis amigas de toda la vida, de clase obrera o ex obrera, todas somos gordas, comemos sin inhibiciones todo lo que nos gusta hasta reventar, morimos por la carne, por el asado, por las achuras.  Si bien conocemos y nos atraviesan los modelos estéticos de culto a la delgadez, en algún punto nos revelamos a ellos y no nos importan, no nos hacemos tanto rollo por la gordura, porque acá en el Conurbano obrero somos todas un poco gordas, un poco negras, un poco feas. 
Tenemos bebes y quedamos gordas, todas "sabemos" que es un bajón, pero es nuestro destino.
A la vez transito la vida con mujeres "progres" porteñas; aquí todo es diferente. Idolatramos a Roxi!!!. No llamamos gordos a los gordos, los llamamos "personas con problemas de sobrepeso". Odiamos la gordura, porque es una enfermedad claro (soy irónica); nos vivimos pesando tenemos balanzas en el baño; nos psicoanalizamos todo el tiempo; promovemos que debemos respetar a la gente como es; pero odiamos la gordura.
Odiamos la carne, somos casi veganas; pasamos horas en el gimnasio y comemos mijo, alfalfa y todo tipo de semilla que caiga de un árbol. Básicamente estamos muertas de hambre. Ponemos tanta energía en No ser gordas!

Ser bella es ser flaca.
Para unas y otras ser gorda es un bajón; sabemos que somos "menos atractivas", que los tipos nos dejan si engordamos; pero el bio-poder gordo-fóbico nos atraviesa distinto.
A unas, las pobres,  las que tenemos menos acceso a la alimentación de calidad (seamos honestas) nos hace reventar; a otras nos hace morir de hambre.
A todas nos mata un poco. 
Pero unas, (las progres y  urbanas) no queremos ser como las otras (pobres y conurbanas), ser gorda es ser menos atractiva pero también es perder estatus, las pobres somos gordas, "enfermas". Nosotras tenemos cuerpos cuidados, somos "saludables".
Ninguna de nosotras tiene en definitiva acceso a comer con calidad?,  variado?; todas nos morimos de hambre, pobres y no pobres. 
En definitiva todas carecemos de una autoestima alimentada y saludable. Estamos muertas de hambre y estamos débiles para hacer una revolución.
El patriarcado te quiere flaca, débil, atontada y separada de tu manada, las otras, nosotras.
Los varones siguen siendo como el oso "cuanto más feo más hermoso". Cuando un bebe es regordete es "un chancho divino",  si una beba es regordeta no tanto, hay que ver que no se transforme en gorda, sino no será suficientemente mujer y  suficientemente burguesa.
¿Y mi cabeza que transita entre mundos?!, solo puedo escribir y tratar de ponerme un poco afuera para intentar pensar. Fui una nena gorda y nunca sufrí tanto. Fui una adolescente anoréxica y nunca me "fue tan bien (?)"; aunque casi muero claro; pero ese verano menemista fui a Punta del Este y logré ser una de "Ellas".
Ahora transito entre mundos y trato de mantenerme cuerda; crio a una niña; bella, robusta, amante de las comidas. Amo que disfrute comer. 
Trataré de amarme más, también para que mi hija se ame.
Me voy a poner el agua para los fideos!



viernes, 17 de enero de 2014

Sobre juegos, juguetes y los géneros

Por Clara Attardo

Las princesas son unas boludas.! Dice una pibita en un video viralizado en Facebook! (ver en http://www.youtube.com/watch?v=XqflGDJ5Oq4).  

¿Que duda cabe nena? ya lo sabemos, los primeros que lo saben son lxs que las dibujan. Parecen y son boludas. Esa es la idea.! Esta muy bien evidenciarlo, que nos demos cuenta y propongamos alternativas.

Pero cuidado con caer en la trampa cuando creemos que caminamos hacia la liberación. El Patriarcado tiene sus vericuetos para filtrarse incluso en las almas mas sensibles, por eso debemos estar advertidas/os.

El famoso videito circulante que tanto gustó (a mi en lo personal no), me es incómodo. Me hace ruido.  “Las princesas son unas boludas” y los “Juguetes de varones son más divertidos” (ver https://www.youtube.com/watch?v=_ECvWrBANic) como premisas de una niña me hacen pregunta.

Las mujeres sensibilizadas por los temas de género nos cuestionamos, ¿Cuánto de Patriarcal hay en lo que hacemos, decimos, vemos?  Incluso promovemos que nuestras hijas no reproduzcan juegos, ropas, roles, considerados “femeninos” que invoquen un lugar para las mujeres desjerarquizado, de retaguardia.

No queremos multiplicar el lugar tradicional asignado a las mujeres como el de ser las únicas responsables de las tareas domésticas, la maternidad obligatoria, el de la belleza estereotipada, el de la escasez de capacidad para decidir, pensar y actuar.

Pero raramente se cuestionan los valores denominados “masculinos”, nadie dice los “superhéroes son pelotudos (basándome en el famoso videíto)”. No se evidencia que ellos no tienen sentimientos, son violentos y se lastiman (y lastiman a los/as demás) todo el tiempo. 

Además, que muchas veces promovemos en las niñas el asumir esos atributos “llamados masculinos”  porque los seguimos valorando y jerarquizando cual si fueran libertarios. Nos aferramos al “macho”, porque es una estructura social milenaria la que lo sostiene por lo cual es muy difícil sustraerse.

Pero pensemos…¿Qué de divertido tiene no reir?  Los Superhéroes no tienen humor, no sienten amor, no pueden cuidar ni cuidarse. ¿Lo vieron sonreír a Superman? Es rígido, no se relaja jamás y solo conoce la violencia como modo de resolver sus problemas. 
Su vulnerabilidad es considerada un defecto, su cuerpo es una máquina. Siempre expuesto, siempre en riesgo.

¿Queremos jugar a esto?, ¿queremos que los chicos y chicas jueguen a esto?

Además muchas acciones, ideas y atributos considerados “femeninos” deben ser re-jeraquizados, valorados y redistribuidos entre los géneros.  El valor del cuidado, autocuidado, la contención; las tareas domésticas.  ¿Por qué no jugar a amar?, ¿a cuidar a otro/a en lugar de matarlo/a? ¿a cuidar el lugar donde vivimos?. ¿Esto no es valioso?; si no es así debe ser revalorizado.

¿Estamos muy lejos de ver nenes rechazando juguetes violentos?, las armas. La violencia de la play. 
Generalmente cuestionamos lo denominado “femenino” por opresivo y tendemos a valorar incluso para las nenas lo considerado “masculino” sin interrogarnos lo suficiente qué cuestionamos y para qué...

Promover autonomía en las niñas conservando los valores de una estructura social machista, sin quebrar el modo violento y jerárquico de ejercicio del poder; en definitiva puede tornarse una trampa, especialmente para las mujeres. No se puede ser libre de a cachitos. Desarmar el mundo que tiene aversión a la libertad de las mujeres es indispensable y compromete éticamente a los varones también. Esto es tan insoportable para varones como para mujeres, lo sabemos.  

El Patriarcado es tramposo, entonces viene bien pensar mucho por qué cuestionamos los juegos y juguetes y qué opciones ofrecemos a la niñez. Porque cuestionar sin pensar alternativas nos puede angustiar bastante.

En todo caso si queremos ampliar las libertades para lxs pibas y pibes dejemos de pensar en clave de flexibilizar roles genéricos (a la nena le doy la pelota y al nene el bebote) y centrémonos en lo humano, en lo bello, en aquello con que queremos que nuestras chicas y chicos se conecten y desde allí elegir con ellxs los juegos. Seamos más allá del género.

El cuidado, el amor, la libertad, la autonomía, el pensamiento, la tecnología, el arte, la creatividad, el humor pueden ser guías de los juguetes a elegir y/o construir y transformarse en alternativas que quiebren la corsetería genérica.

Y cuando me pregunten en la juguetería ¿para nene o para nena?,  pensaré, para una nena (o según la personita en cuestión), que quiero se críe de un mundo más libre, amoroso y humano, para eso ¿Qué juguetes hay?.