domingo, 11 de marzo de 2018

La salud mental de las personas Travestis y Transgénero. El acceso impensado y sus costos en la salud integral.


“Dedico este artículo a mis amigues, nos quiero viejites y locxs en el mejor sentido”


Escribo este artículo a partir de una experiencia que en este momento está siendo.
Trans-sitando en múltiples ámbitos,  acompañando procesos y vivencias de personas que se autoperciben como travestis y transexuales.  

Como agente de salud mental ¿qué escucho hoy?:

En primer lugar que el plano de la promoción, prevención y asistencia de la salud mental para la población travesti y transexual;  está absolutamente ausente de todos los planteos referidos al derecho a la salud integral, no se menciona o se menciona poco como un tema secundario.

Voy adentrarme en en los que creo posibles motivos de dicha ausencia o precaria presencia de la promoción de la salud mental trava- trans:

-Les agentes de salud mental no están formades con perspectiva de géneros.

-Los avances conceptuales, por lo menos a los que he tenido acceso últimamente, están más ocupados y preocupados por entender el ¿por qué? del devenir sexo- identitario que en proponer intervenciones necesarias y pertinentes para las necesidades actuales. 

-En el devenir conceptual psi (en pocos casos) hay ocupación y preocupación legítima por la despatologización de la disidencia sexual pero la falta de experiencia y escucha en la clínica y diversos espacios de los deseos, necesidades y malestares de las personas travestis y transexuales; no permite que haya suficientes sistematizaciones de herramientas para la intervención. Por eso escribo este artículo-ensayo breve.

Aclaro para complejizar el tema que somos pocxs psi quienes estamos trabajando en este sentido. La gran hegemonía del campo psi -en el mejor de los casos- recién está asomando a ver de qué se trata o continúa trabajando como antaño (de modo individualista, falologocéntrico y colonial).

Mi posición es inversa; necesito conceptualizar a partir de la experiencia, o por lo menos ordenar algunas ideas. Este artículo es una propuesta que surge del trabajo, escucha y acompañamiento diario de personas travestis y transexuales de diferentes edades, generaciones, procedencias y sectores sociales.

¿Qué evidencio en mis incipientes prácticas?:

-La ausencia absoluta de planteos sobre la salud mental construidas por y destinadas para las personas travestis y transexuales. Los protocolos sanitarios existentes[1] sobre el tema de salud omiten la salud mental, “priorizando” aspectos de acceso a la salud con énfasis en el modelo bio-médico; en el que la salud mental vendría después.  No se concibe a la salud de modo integral. Se hace énfasis en la salud sexual dado el escaso acceso a la atención de sanitaria básica y de calidad.

En resúmen, la salud mental sigue siendo un lujo para pocxs.

¿Qué necesidades en salud mental manifiestan las personas travestis y transexuales cotidianamente? Enumero algunas.

-Necesidad de trabajar la autoestima. Los vínculos. Las angustias. Las ansiedades.
-Importancia de brindar espacios para ser escuchades, ser tradades con dignidad y sin preconceptos e interpretaciones “salvajes”, correctivas y patologizantes.
-Situaciones de consumo problemático.
-Necesidad de la promoción de autonomía (muy vinculada al trabajo sobre la autoestima).
-Sufrimiento de todo tipo de situaciones de violencia.
-Intentos de suicidio.
-Suicidio.
-Stress post traumático.
-Consecuencia  psíquicas de ver sufrir y morir a las amigas y compañeras de manera  prematura e injusta.
-Padecimiento psico- físico de vivir en situación de prostitución.
Son algunas de la situaciones  provocadas por las condiciones de vida injusta que transitan muchas personas travestis y transgénero; según ellas mismas cuentan cada día con angustia.
Leo estos malestares como las marcas psíquicas de la destitución subjetiva y el avasallamiento permanente a los derechos humanos que viven muchas personas travestis y transgéneros.
Estas condiciones de precariedad sostenidas por un sistema patriarcal heteronormativo y colonial les expulsa generando un gran sufrimiento que merece ser dicho. Inscripto porque las travestis y transexuales tienen derecho a la salud mental pública y gratuita.

¿Qué propongo?

Los dispositivos clínicos clásicos, hegemónicos, individuales;  están a años de dar respuesta a las necesidades de la población en general porque están pensados para personas de sectores medios, heterosexuales, no racializadas, con capacidad de pago de bolsillo (me hago cargo de lo que digo).
Estos dispositivos tradicionales no dan respuesta eficiente hoy por hoy a las necesidades en salud mental de personas travestis y transexuales. Estas son barreras ideológicas.
Se suman a las barreras ideológicas de les psi, las dificultades de acceso a los consultorios/ espacios individuales (horarios, distancias, entre otros). Pago de honorarios. Falta de turnos en el sistema público, que además tiende a replicar el modelo hegemónico de asistencia a la salud mental.
Estas barreras, entre otras, excluyen a las personas travestis y transgénero del acceso a la salud mental como derecho humano.

Propuestas…algunas…posibles o a intentar… 

Propongo un modelo de salud mental comunitaria, colectiva, diversa, que desarme las barreras acercando de manera activa la escucha creando y recreando espacios comunitarios de circulación de la palabra, como estrategia subjetivante.

Es crucial la importancia del encuentro empático y contenedor para personas que muchas veces desde muy pequeñas fueron expulsadas de sus hogares. Violentadas. Sin acceso al trabajo digno. A educación de calidad.  Muchas muy jóvenes han transitado y transitan la situación de prostitución sin posibilidad de elegir alternativas.

¿Entonces?

Si entendemos a las subjetividades e identidades como nómades....nuestras teorías y dispositivos deben serlo también.

Las teorías y prácticas en salud mental hoy no están a la altura de las necesidades y deseos de las personas travestis y transexuales.

Como psicóloga formada en géneros y disidencia sexual promuevo la Salud Mental comunitaria y transdisciplinaria. Esto incluye la participación promotorxs comunitarixs. El protagonismo de las personas travestis y transexuales  absoluto en las intervenciones.

Son imprescindibles:

-La creación/ recreación  de espacios individuales de escucha y contención.
-La promoción de  redes de acceso y garantía de derechos como instancias subjetivantes.
-La despatologización absoluta de la disidencia multiplicidad sexual.
-El nomadismo. Salir a buscar. Acercarse. Caminar el territorio.
-Crear  actividades lúdicas. Propositivas. De construcción comunitaria y decisión que marque la agenda de la política pública política.
-Jerarquizar la escucha y la palabra.
-Armar grupos psicoeducativos/comunitarios/terapéuticos.
-Diseñar talleres y proyectos comunitarios.
-Trabajar trans-disciplinariamente.
-Acompañar amorosamente los procesos de transición, en el caso en que se demande la participación psi.
-Usar recurseros y trabajar en red.
-No caer en el abuso de la interpretación como recurso terapéutico.
-Trabajar con empatía.
-Trabajar con humor.
-Incorporar el arte a las intervenciones.
-Eliminar/reducir las barreras institucionales, horarios, honorarios, turnos, adecuando la práctica a las necesidades: adaptando los dispositivos a los requerimientos de la población destinataria.

Pero por sobre todo que las personas travestis y transexuales se transformen en agentes protagonistas de la construcción y promoción de su salud mental.
Son  algunos de los desafíos actuales.

Mg. Clara Attardo
Psicóloga UBA
MN° 32937