La delgadez se transformó en símbolo de estatus. Asistimos a una época de pobres gordos y ricos flacos.
Y la verdad es que mientras transito las realidades de diferentes clases sociales mi cuerpo cambia de sentido de un momento a otro.
Cuando estoy con mis amigas de toda la vida, de clase obrera o ex obrera, todas somos gordas, comemos sin inhibiciones todo lo que nos gusta hasta reventar, morimos por la carne, por el asado, por las achuras. Si bien conocemos y nos atraviesan los modelos estéticos de culto a la delgadez, en algún punto nos revelamos a ellos y no nos importan, no nos hacemos tanto rollo por la gordura, porque acá en el Conurbano obrero somos todas un poco gordas, un poco negras, un poco feas.
Tenemos bebes y quedamos gordas, todas "sabemos" que es un bajón, pero es nuestro destino.
A la vez transito la vida con mujeres "progres" porteñas; aquí todo es diferente. Idolatramos a Roxi!!!. No llamamos gordos a los gordos, los llamamos "personas con problemas de sobrepeso". Odiamos la gordura, porque es una enfermedad claro (soy irónica); nos vivimos pesando tenemos balanzas en el baño; nos psicoanalizamos todo el tiempo; promovemos que debemos respetar a la gente como es; pero odiamos la gordura.
Odiamos la carne, somos casi veganas; pasamos horas en el gimnasio y comemos mijo, alfalfa y todo tipo de semilla que caiga de un árbol. Básicamente estamos muertas de hambre. Ponemos tanta energía en No ser gordas!
Ser bella es ser flaca.
Para unas y otras ser gorda es un bajón; sabemos que somos "menos atractivas", que los tipos nos dejan si engordamos; pero el bio-poder gordo-fóbico nos atraviesa distinto.
A unas, las pobres, las que tenemos menos acceso a la alimentación de calidad (seamos honestas) nos hace reventar; a otras nos hace morir de hambre.
A todas nos mata un poco.
Pero unas, (las progres y urbanas) no queremos ser como las otras (pobres y conurbanas), ser gorda es ser menos atractiva pero también es perder estatus, las pobres somos gordas, "enfermas". Nosotras tenemos cuerpos cuidados, somos "saludables".
Ninguna de nosotras tiene en definitiva acceso a comer con calidad?, variado?; todas nos morimos de hambre, pobres y no pobres.
En definitiva todas carecemos de una autoestima alimentada y saludable. Estamos muertas de hambre y estamos débiles para hacer una revolución.
El patriarcado te quiere flaca, débil, atontada y separada de tu manada, las otras, nosotras.
Los varones siguen siendo como el oso "cuanto más feo más hermoso". Cuando un bebe es regordete es "un chancho divino", si una beba es regordeta no tanto, hay que ver que no se transforme en gorda, sino no será suficientemente mujer y suficientemente burguesa.
¿Y mi cabeza que transita entre mundos?!, solo puedo escribir y tratar de ponerme un poco afuera para intentar pensar. Fui una nena gorda y nunca sufrí tanto. Fui una adolescente anoréxica y nunca me "fue tan bien (?)"; aunque casi muero claro; pero ese verano menemista fui a Punta del Este y logré ser una de "Ellas".
Ahora transito entre mundos y trato de mantenerme cuerda; crio a una niña; bella, robusta, amante de las comidas. Amo que disfrute comer.
Trataré de amarme más, también para que mi hija se ame.
Me voy a poner el agua para los fideos!
Y la verdad es que mientras transito las realidades de diferentes clases sociales mi cuerpo cambia de sentido de un momento a otro.
Cuando estoy con mis amigas de toda la vida, de clase obrera o ex obrera, todas somos gordas, comemos sin inhibiciones todo lo que nos gusta hasta reventar, morimos por la carne, por el asado, por las achuras. Si bien conocemos y nos atraviesan los modelos estéticos de culto a la delgadez, en algún punto nos revelamos a ellos y no nos importan, no nos hacemos tanto rollo por la gordura, porque acá en el Conurbano obrero somos todas un poco gordas, un poco negras, un poco feas.
Tenemos bebes y quedamos gordas, todas "sabemos" que es un bajón, pero es nuestro destino.
A la vez transito la vida con mujeres "progres" porteñas; aquí todo es diferente. Idolatramos a Roxi!!!. No llamamos gordos a los gordos, los llamamos "personas con problemas de sobrepeso". Odiamos la gordura, porque es una enfermedad claro (soy irónica); nos vivimos pesando tenemos balanzas en el baño; nos psicoanalizamos todo el tiempo; promovemos que debemos respetar a la gente como es; pero odiamos la gordura.
Odiamos la carne, somos casi veganas; pasamos horas en el gimnasio y comemos mijo, alfalfa y todo tipo de semilla que caiga de un árbol. Básicamente estamos muertas de hambre. Ponemos tanta energía en No ser gordas!
Ser bella es ser flaca.
Para unas y otras ser gorda es un bajón; sabemos que somos "menos atractivas", que los tipos nos dejan si engordamos; pero el bio-poder gordo-fóbico nos atraviesa distinto.
A unas, las pobres, las que tenemos menos acceso a la alimentación de calidad (seamos honestas) nos hace reventar; a otras nos hace morir de hambre.
A todas nos mata un poco.
Pero unas, (las progres y urbanas) no queremos ser como las otras (pobres y conurbanas), ser gorda es ser menos atractiva pero también es perder estatus, las pobres somos gordas, "enfermas". Nosotras tenemos cuerpos cuidados, somos "saludables".
Ninguna de nosotras tiene en definitiva acceso a comer con calidad?, variado?; todas nos morimos de hambre, pobres y no pobres.
En definitiva todas carecemos de una autoestima alimentada y saludable. Estamos muertas de hambre y estamos débiles para hacer una revolución.
El patriarcado te quiere flaca, débil, atontada y separada de tu manada, las otras, nosotras.
Los varones siguen siendo como el oso "cuanto más feo más hermoso". Cuando un bebe es regordete es "un chancho divino", si una beba es regordeta no tanto, hay que ver que no se transforme en gorda, sino no será suficientemente mujer y suficientemente burguesa.
¿Y mi cabeza que transita entre mundos?!, solo puedo escribir y tratar de ponerme un poco afuera para intentar pensar. Fui una nena gorda y nunca sufrí tanto. Fui una adolescente anoréxica y nunca me "fue tan bien (?)"; aunque casi muero claro; pero ese verano menemista fui a Punta del Este y logré ser una de "Ellas".
Ahora transito entre mundos y trato de mantenerme cuerda; crio a una niña; bella, robusta, amante de las comidas. Amo que disfrute comer.
Trataré de amarme más, también para que mi hija se ame.
Me voy a poner el agua para los fideos!
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